" Te recuerdo tan sonriente amiga con tus enormes zapatos o bototos de ayer..tu bolso oscuro y mugriento, lleno de cocavì ( como decìas tù ) para " los hambrientos lindos del Mapocho.."

En esos tiempos varias veces te acompañè a repartir tus sanguches hechos por tì, a escondidas " del tirano mìo.."

Bajàbamos alegres y ansiosas , tropezando tù con tus bototos y mis largas faldas hippies de todos colores yo..

Perro verde me pusìste por apodo. Me encontrabas màs rara que tù, por mi insistencia en soñar con ir a Francia, a visitar las tierras de la Bardot,por elevarme a cada rato a las estrellas de esas noches y pedirle a Dios que la comida nos alcanzara para los " hambrientos lindos del Mapocho.."

Y yo te encontraba con trazas de lesbiana, por lo tanto que adulabas a la Imelda de tu barrio. la Imelda era tan sensual, escalofriantemente sexi..Y a poco andar me confesaste tu secreto a voces para mì. Tan sòlo te abracè fuerte cuando me lo dijìste, y te pasè mi turbante morado en señal de aceptaciòn total..lo miraste con emociòn, me lo querìas devolver, puesto que era mi gorro favorito.Hace unos dìas atràs nos encontramos en una estaciòn del metro, y desde el otro andèn me gritaste fuertìsimo ¡¡ perro verde , mira para acà !! corrimos ambas a las boleterìas y nos dìmos un abrazo largo. Me encontraste tan bonita, me pedìste que te jurara que me habìa separado del tirano, que te jurara que era libre, tanto como lo era ella..y a todas las preguntas que me hicìste te respondì ¡¡¡ Sì , soy libre, me separè !!!

Abrazadas salìmos de la estaciòn, y llegamos al Nacional, bar de rancio abolengo,de gente trasnochadora sempiterna. La barra nuestra estaba ahì mismo, varios mozos de ayer, seguìan en su imperturbable rutina..

Todos te reconocieron. Claro, tù mantenias las visitas a aquel bar. Yo me habìa desaparecido por largos años de allà, buscando la paz y mi espìritu convulsionado por tanto machìsmo...Dos vainas me servì en tu honor, y tu bebiste el " brebaje " de siempre, no faltaba màs..acompañado de tu eterno " porro gigante " casi a escondidas..

Lloramos y reìmos a mandìbula batiente con nuestros hermosos y bohemios recuerdos.

Cuando la noche nos sorprendiò, nuevamente gritaste ¡ mis hambrientos lindos del Mapocho !

Y por ùltima vez te acompañè al Mapocho....

Por intermedio de tus correos brujos me informaron que has muerto Toty, has muerto...

Me encuentro en trance con tus recuerdos, tu mirada extraviada de los viernes, tus bototos negros o cafès, no lo recuerdo bien... me encuentro muy triste Toty..mañana, siempre mañana, nos volveremos a ver ...